Un día te levantas y ves el mundo con otros ojos, desde un prisma completamente diferente. Piensas que el cielo es más azul, la hierba más verde y otras moñadas parecidas. Porque esa mañana te levantas y te das cuenta que no tienes nada por lo que ser infeliz o sentirte mal y lo mejor de todo es que no hay nada por lo que arrepentirse. Lo mejor de todo es que ese TODO te ha hecho crecer como persona. Te sientes a gusto con tu mundo, con cada una de las personas que ves a diario y con las que no ves también. Y esa mañana piensas en ir en bici a la universidad y cuando el viento te da de lleno en la cara sabes que no quieres nada más...
